Polémica por la negativa de Washington de someterse a la evaluación de DDHH de la ONU
Estados Unidos confirmó su inédita decisión de boicotear el Examen Periódico Universal (EPU) sobre sus actuaciones en materia de derechos humanos ante la ONU, previsto para este viernes, lo que desencadenó fuertes críticas de responsables estadounidenses y defensores civiles.
La misión de Washington en Ginebra confirmó esta semana que Estados Unidos no se presentará al EPU que estaba previsto para realizarse este viernes.
De esta manera, Estados Unidos se convertirá en uno de los dos únicos países, junto con Israel en 2013, que no se presentan a su propio examen desde que el Consejo de Derechos Humanos implementó el sistema de EPU en 2008.
"Es profundamente decepcionante", reaccionó Uzra Zeya, directora de Human Rights First, lamentando "una mala señal". En su opinión esta decisión "debilita un proceso que ha contribuido a los avances logrados en materia de derechos humanos en todo el mundo, incluido Estados Unidos".
Zeya debe dirigir el viernes uno de los numerosos eventos organizados en la ONU en Ginebra por activistas y legisladores estadounidenses que viajaron para expresar sus preocupaciones sobre la situación de los derechos humanos en Estados Unidos, especialmente desde el regreso al poder del presidente Donald Trump en enero.
Esta decisión de Washington sigue al decreto de Trump, en febrero, que ordenó la retirada de su país de varios órganos de la ONU, incluido el Consejo de Derechos Humanos (CDH).
Aunque Trump también se retiró del Consejo durante su primer mandato, su administración participó en este examen de 2020. En agosto, Estados Unidos argumentó que no se presentaría a esta evaluación porque se opone "a la politización de los derechos humanos dentro del sistema de Naciones Unidas".
"La retirada de Estados Unidos compromete seriamente la universalidad, no solo del proceso, sino también del principio según el cual el derecho internacional de los derechos humanos es inalienable y se aplica a todos de manera igualitaria", advirtió ante la prensa Phil Lynch, director del Servicio Internacional para los Derechos Humanos.
- "Trágico" -
"Es trágico y profundamente irónico que hayamos contribuido a la elaboración de las normas y de este proceso del que hoy nos retiramos", declaró a la AFP un antiguo alto responsable estadounidense bajo condición de anonimato.
Esta ausencia también ha provocado la indignación de la sociedad civil, que habitualmente participa en los exámenes, proporcionando análisis y recomendaciones.
Privados de la tribuna del EPU, numerosos grupos, académicos y responsables estadounidenses han expresado sus preocupaciones elaborando una lista de eventos alarmantes en Estados Unidos.
En particular, han denunciado la represión de la protesta, la militarización de los controles de inmigración, el despliegue de la Guardia Nacional en las ciudades estadounidenses, las represiones contra las universidades e instituciones artísticas y los ataques mortales contra barcos sospechosos de transportar drogas en el Caribe y el Pacífico.
H. Garcia--JDB