
China y EEUU compiten por su influencia en la OEA

La Asamblea General de la OEA se ha convertido este miércoles en el último escenario de la rivalidad entre China y Estados Unidos, que compiten por su influencia en América Latina y el Caribe.
Más de 20 países de las Américas se han sumado a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, un proyecto central en la estrategia del presidente chino, Xi Jinping, para expandir la influencia económica y política. Es el principal socio comercial de países como Brasil, Perú y Chile y gana terreno en otros.
A pesar de ello, Estados Unidos sigue siendo el principal socio comercial a nivel regional y es más influyente en cooperación en seguridad.
"China y los países de América Latina y el Caribe son miembros de la familia del sur global", afirmó el representante chino, Xie Feng, durante un foro en el que participaron los observadores permanentes de la Organización de los Estados Americanos (OEA), justo antes del comienzo oficial de la Asamblea General en Antigua y Barbuda.
"La confrontación entre bloques es intensa" y "China y los países de América Latina y el Caribe deben mantenerse en el lado correcto de la historia", sostuvo Xie.
Según él, la cooperación de su país con la región "no tiene cálculos geopolíticos, no se dirige a terceros" y "debe estar exenta de interrupciones por parte de terceros".
Estados Unidos, país miembro de la OEA, opina lo contrario.
En una rueda de prensa en Washington, una funcionaria del Departamento de Estado que pidió mantener el anonimato advirtió el lunes que Estados Unidos está determinado a "impedir que China abuse de su condición de observador permanente para tratar de socavar" el "objetivo de democracia y progreso económico".
El representante estadounidense en el foro, Michael Kozak, insistió este miércoles en que "los observadores que donen fondos a la OEA deben respetar los principios consagrados en la Carta Democrática Interamericana".
"Nos opondremos a todos los esfuerzos de cualquier miembro u observador que pretenda aprovechar las contribuciones financieras para socavar las reformas o debilitar la democracia en las Américas", añadió.
Pero Xie presumió de números.
"El comercio entre China y los países de América Latina y el Caribe superó los 500.000 millones de dólares estadounidenses el año pasado" y "la inversión china en la región ha sobrepasado los 600.000 millones", declaró.
C. de Fatima--JDB