
El estrés, eficiente anticonceptivo para reducir la población de ratas en Nueva York

Nueva York libra una guerra híbrida contra las ratas que, junto con los rascacielos, los taxis amarillos y la basura en las veredas, conforman la postal que locales y turistas suelen encontrarse cuando ponen un pie en la Gran Manzana.
Los métodos para combatir la presencia de estos roedores son múltiples y combinados: aplicaciones tecnológicas para detectar y mapear su presencia, métodos sofisticados como el uso de anticonceptivos desde el año pasado, e incluso inyecciones de dióxido y monóxido de carbono en las madrigueras para asfixiarlas.
A estas técnicas complejas, se suma lo más básico y al alcance de todos: eliminar la comida de las calles, tapar agujeros en infraestructuras y edificios y educacar a los habitantes.
La eficacia de algunas alternativas, como el uso de anticonceptivos, son difíciles de evaluar. Pero la directora de Intervenciones Vecinales de los Servicios de Control de Plagas de la alcaldía neoyorquina, Caroline Bragdon, tiene claro que la falta de comida "estresa" a las ratas.
"Tal vez las obliga a ir más lejos en busca de comida, pero tal vez también simplemente tengan menos crías. Eso es generalmente lo que estamos viendo. Menos reproducción lleva a menos actividad de las ratas", dice a la AFP mientras recorre algunas de las calles de Harlem, norte de la ciudad.
Allí la alcaldía realiza un programa piloto de gestión integrada de pestes, con el objetivo de "probar productos y métodos" para minimizar su presencia.
En grandes ciudades densamente pobladas como Nueva York, con sus 8,5 millones de habitantes, las fuentes de alimentación para estos roedores, que comen básicamente lo mismo que los humanos -carbohidratos, grasas y proteínas- se encuentran por doquier: en aceras, papeleras desbordadas, en parques.
"Las ratas van a seguir a los humanos", dice Bragdon. "Alguien arroja una lata de refresco en la papelera y comienza a filtrarse. Ellas pueden obtener nutrición de eso fácilmente", advierte la experta que recuerda que los alimentos que muchas personas dan a las palomas, también les sirve a estos mamíferos de cuatro patas.
Una rata requiere una onza (28 gramos) de comida al día para alimentarse y otro tanto de líquido. Eso puede llevarle a tener hasta 12 crías por camada. Y en su corta vida, de menos de un año, pueden tener entre cinco y siete camadas, recuerda la experta.
Por lo que la mejor estrategia para combatir a estos animales "extremadamente adaptables" y prolíficos es "eliminar lo que necesitan para sobrevivir (...) y (que) paren de reproducirse".
Para ello, los 70 inspectores del departamento cuentan con una aplicación en sus teléfonos que les permite detectar y monitorear la actividad de los roedores y determinar sus intervenciones.
- "Se puede lograr" -
En octubre de 2022, la ciudad de Nueva York lanzó la "revolución de la basura", destinada a hacer lo que en otras parte del mundo se ha hecho desde hace décadas: instalar contenedores para retirar de las aceras las famosas bolsas negras de materia orgánica, después de que la presencia de ratas se desbordó con la pandemia de covid.
Antes de la pandemia, en algunas zonas se llegó a reducir su presencia en el 90%. "Sabemos que se puede lograr", dice Bragdon, que espera que con todas las estrategias en marcha, "2025 suponga un punto de inflexión".
En 2024, las denuncias al teléfono de la ciudad por avistamiento o actividad de ratas cayeron un 25% con respecto al año anterior, según datos oficiales.
Las autoridades ofrecen formaciones a las que han asistido miles de ciudadanos y administradores de inmuebles y los inspectores van puerta por puerta pidiendo a comercios y habitantes que limpien edificios, locales y aceras. Hasta ahora, solo el barrio chino de Manhattan, ha logrado controlar la presencia de ratas, asegura Bragdon.
- Tecnología y dinero -
Esta guerra por la salud pública llega a todos los planos. El equipo de esta 'zarina' antiratas que el alcalde de Nueva York, Eric Adams, nombró en 2023, quiere aprender a lo largo de este año de los patrones de alimentación de estos roedores, para lo que han instalado pequeñas cajas con cuatro tipos de comida diferentes para analizar sus gustos.
"Están diseñados para hacer que las ratas se sientan seguras y cómodas en sus patrones de alimentación (...) y analizamos cuáles tienen más probabilidades" de ser comidos, explica Bragdon.
"Las ratas solo van a comer cebos cuando eliminas otras fuentes de alimentos", señala, mientras un equipo de técnicos reponen la comida.
Para el próximo año fiscal, Adams se comprometió a consagrar más de 32 millones de dólares de manera permanente para la limpieza de Nueva York. Para mitigación de ratas dedicará 4,7 millones de dólares, frente a los 3,5 millones de 2023.
G. Pires--JDB