Tailandia advierte del riesgo de una guerra con Camboya, tras combates que dejaron más de 138.000 desplazados
Tailandia advirtió este viernes que los enfrentamientos en la frontera con Camboya pueden escalar en una guerra, tras dos días de mortales combates que dejaron más de 138.000 tailandeses desplazados.
Una disputa territorial de décadas derivó el jueves en intensas hostilidades sin precedentes desde 2011 entre ambos reinos del sudeste asiático con la movilización de aviones de combate, artillería, tanques e infantería que inquietan a la comunidad internacional.
El Consejo de Seguridad de la ONU convocó una reunión de emergencia este viernes en Nueva York, a pedido del primer ministro de Camboya, Hun Manet.
El primer ministro interino de Tailandia, Phumtham Wechayachai, advirtió que "si la situación se agrava podría derivar en una guerra, aunque por ahora sigue limitada a enfrentamientos".
El ministro tailandés del Interior señaló que más de 138.000 civiles de las cuatro provincias fronterizas con Camboya, entre ellos 428 pacientes hospitalarios, fueron trasladados a refugios temporales.
Las autoridades tailandesas declararon la ley marcial en ocho distritos de la frontera con Camboya, anunció Apichart Sapprasert, comandante de la fuerza fronteriza en las provincias de Chanthaburi y Trat.
El balance de los enfrentamientos en Tailandia se elevó el viernes a 15 muertos -un soldado y 14 civiles- y 46 heridos.
En su primer parte desde el estallido de las hostilidades, las autoridades provinciales de Camboya reportaron un muerto y cinco heridos.
Los combates se reanudaron en tres zonas en la madrugada del viernes, afirmó el ejército tailandés.
Sin embargo, Nikorndej Balankura, un portavoz de la cancillería de Tailandia, informó durante la tarde que los combates parecen estar disminuyendo y declaró que su país está dispuesto a negociar, posiblemente con la mediación de Malasia.
"Estamos listos, si Camboya desea resolver este asunto a través de canales diplomáticos, bilateralmente, o incluso a través de Malasia, estamos listos para hacerlo. Pero hasta ahora no hemos tenido ninguna respuesta," indicó.
Actualmente, Malasia ocupa la presidencia temporal de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), de la que Tailandia y Camboya forman parte.
- "No sé cuándo podremos volver a casa" -
Aunque oficialmente el balance de víctimas en Camboya es bajo, periodistas de AFP vieron a cuatro soldados heridos y tres civiles recibiendo tratamiento en un hospital en la provincia de Oddar Meanchey.
Los soldados dijeron que resultaron heridos durante los combates del jueves, mientras que los civiles señalaron que fueron alcanzados por metralla.
En el municipio camboyano de Samraong, a unos 20 km de la frontera, periodistas de AFP escucharon disparos lejanos de artillería el viernes por la mañana.
Al escuchar esas detonaciones, familias con niños cargaron rápidamente sus pertenencias en sus coches y huyeron de la zona, mientras algunos soldados tomaban lanzacohetes y se dirigían rápidamente hacia la frontera.
"Vivo muy cerca de la frontera. Tenemos miedo porque empezaron a disparar de nuevo sobre las 6 de la madrugada", explicó Pro Bak, un hombre de 41 años que lleva a su mujer y sus hijos a refugiarse a un templo budista.
"No sé cuándo podremos volver a casa", agregó.
Estos combates representan una dramática escalada en una vieja disputa entre estos dos vecinos que comparten 800 kilómetros de frontera y atraen cada año a millones de turistas extranjeros.
Decenas de kilómetros en esa frontera salpicada de antiguos templos continúan en disputa. Entre 2008 y 2011 ya se produjeron enfrentamientos que dejaron 28 muertos y decenas de miles de desplazados.
Una decisión en favor de Camboya de la Corte Internacional de Justicia de la ONU zanjó esa crisis durante una década, pero la tensión emergió de nuevo en mayo con la muerte de un soldado jemer en un nuevo enfrentamiento.
Ambas partes se acusan mutuamente de haber iniciado las hostilidades. De su parte, Tailandia acusó a Camboya de atacar infraestructura civil como un hospital o una estación de servicio donde se produjeron varias víctimas.
Horas antes de estos combates, Tailandia expulsó al embajador camboyano y llamó a consultas a su enviado en Phnom Penh, en respuesta al estallido de una mina terrestre que hirió a cinco soldados del reino.
Camboya respondió degradando las relaciones diplomáticas "al nivel más bajo", retirando a todos sus diplomáticos en Bangkok excepto uno y expulsando a sus equivalentes tailandeses en su territorio.
Estados Unidos y Francia, la antigua potencia colonial en Camboya, llamaron a cesar inmediatamente las hostilidades.
La Unión Europea y China se mostraron muy preocupadas por los choques e instaron diálogo.
"Este problema tiene sus raíces en las secuelas de los colonizadores occidentales y debe ahora abordarse con calma y de manera adecuada', declaró el viernes el ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, en un comunicado.
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M. Andrade--JDB