Las siderúrgicas Nippon Steel y US Steel anuncian un nuevo acuerdo de fusión
La siderúrgica japonesa Nippon Steel y la estadounidense US Steel anunciaron el miércoles que alcanzaron un nuevo acuerdo de fusión en el que Washington tendrá poder de veto sobre decisiones importantes que afecten a puestos de trabajo en Estados Unidos.
El acuerdo modifica otro anterior en el que Nippon Steel se comprometía a adquirir US Steel por 14.900 millones de dólares.
Esta operación provocó la oposición de la gran mayoría de legisladores tanto demócratas como republicanos, y del presidente Donald Trump, cuya administración trabajó con las empresas en un acuerdo para que el gobierno estadounidense tenga una "acción de oro" en la compañía.
El director ejecutivo de Nippon Steel, Eiji Hashimoto, aseguró el jueves en una rueda de prensa desde Tokio que esto "no entorpecerá las actividades que esperamos llevar a cabo".
"El acuerdo es plenamente satisfactorio para nosotros, porque asegura la libertad de gestión", argumentó el empresario, quien explicó que quieren empezar "a implementar medidas para la revitalización y el desarrollo lo antes posible".
La firma japonesa se comprometió a no deslocalizar ni los empleos ni la producción y también firmó un acuerdo con Washington para asegurar aproximadamente 11.000 millones de dólares en nuevas inversiones para 2028.
La operación impulsó las acciones de Nippon Steel, que subían un 4,6% el jueves por la mañana, en claro contraste con la caída del 0,7% del índice Nikkei de la Bolsa de Tokio.
En un comunicado conjunto, ambas empresas anunciaron que habían "completado la transacción prevista en su acuerdo de fusión".
"Las compañías también han firmado un acuerdo de seguridad nacional con el gobierno de Estados Unidos, y US Steel entregará una 'acción de oro' al gobierno", indicaron.
El nuevo acuerdo insta a que una mayoría de la junta de administración, incluido el director ejecutivo, sean ciudadanos estadounidenses.
La "acción de oro" permitirá al gobierno estadounidense nombrar a un director independiente y le otorgará derechos de consentimiento sobre los recortes presupuestarios, la redomiciliación fuera de Estados Unidos y las adquisiciones en el país.
Sin embargo, no dará derecho al gobierno a percibir dividendos ni le obligará a invertir en la empresa.
A. Martins--JDB