
El gobierno de Trump siembra dudas sobre las vacunas en un reciente informe de salud

La administración de Donald Trump desveló un informe sobre las enfermedades crónicas que afectan a los jóvenes estadounidenses, en el que apunta a la posible responsabilidad de los alimentos ultraprocesados, los pesticidas e incluso las pantallas, a la vez que siembra dudas sobre las vacunas.
Esta publicación generaba expectativa entre los profesionales de la salud ante la complejidad del asunto, y en particular por el rol central del secretario de Salud estadounidense, Robert F. Kennedy Jr., conocido por sus posturas antivacunas.
Kennedy lleva tiempo advirtiendo de un incremento de enfermedades crónicas en niños que atribuye a los alimentos ultraprocesados, toxinas ambientales y un estilo de vida sedentario.
Sus críticos, no obstante, dicen que minimiza el peligro de las enfermedades infecciosas, mientras que las propias políticas del presidente Trump a menudo socavan los objetivos declarados de Kennedy.
El documento de 68 páginas publicado el jueves amplía esas preocupaciones, pero también ataca el régimen de vacunas infantiles de Estados Unidos, e incluso revive un vínculo desacreditado con enfermedades crónicas.
Desde que asumió el cargo, Kennedy ha ordenado a los institutos nacionales de salud que investiguen las causas del autismo, un trastorno que durante mucho tiempo ha sido vinculado falsamente a la vacuna SPR contra el sarampión, las paperas y la rubeola.
Las referencias del informe a las enfermedades crónicas parecen hacer un guiño a esa misma teoría, desacreditada por numerosos estudios desde que la idea salió por primera vez a la luz en un documento de finales de la década de 1990 basado en datos falsificados.
También denuncia la excesiva medicación de los niños, al citar el aumento de las recetas de fármacos psiquiátricos y antibióticos, y culpa a las empresas de desvirtuar la investigación científica.
Algunas de las metas de Kennedy cuentan con apoyo bipartidista, como la postura sobre los alimentos ultraprocesados en tanto la obesidad infantil sigue en ascenso en Estados Unidos.
Sin embargo, la administración Trump ha recortado drásticamente los fondos destinados a la investigación para mejorar la dieta.
Además, califica de grave amenaza los "productos químicos perpetuos" que se encuentran en los utensilios de cocina, los textiles y la espuma antincendios, pese a que la semana pasada la administración relajó los límites de esos mismos contaminantes en el agua potable.
G. Pires--JDB