El "dolor sigue vivo" diez años después de los peores atentados en París
Francia recuerda este jueves a las 132 víctimas de los atentados perpetrados por yihadistas en terrazas, bares y una sala de conciertos de París, un "dolor" que "sigue vivo" diez años después.
Estos atentados reivindicados por el grupo Estado Islámico fueron los más sangrientos de los años 2010 en Europa, una década marcada por los ataques yihadistas en varios países.
"El dolor sigue vivo. En fraternidad, por las vidas truncadas, los heridos, las familias y los seres queridos, Francia recuerda", escribió el presidente, Emmanuel Macron, en la red social X.
El aniversario llega con Salah Abdeslam, el único miembro con vida de los atacantes, cumpliendo una condena a cadena perpetua en una cárcel de máxima seguridad y con un proyecto de museo-memorial en curso.
Para marcar los diez años de esta tragedia que conmocionó el mundo, Macron y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, empezaron a recorrer los lugares del ataque, antes de la inauguración en la tarde del Jardín del Recuerdo junto al Ayuntamiento de la capital.
- "Nunca olvidaremos" -
Los ataques comenzaron en las afueras del Estadio de Francia, al norte de París, donde la selección de Francia disputaba un partido contra Alemania en presencia del entonces presidente francés, François Hollande. Una persona perdió la vida: Manuel Dias.
"Mi padre amaba la vida", recordó emocionada este jueves su hija Sophie Dias. "Nunca olvidaremos. Nos dicen que pasemos página diez años después, pero la ausencia es inmensa, el impacto sigue intacto y la incomprensión aún reina", agregó.
Esa noche, Hollande fue evacuado del estadio y pronunció un discurso en televisión sobre el "horror" que vivió el país. Días después, declaró a Francia "en guerra" contra los yihadistas y su autoproclamado califato, que se extendía entonces entre Siria e Irak.
Los atacantes asesinaron a continuación a tiros a unas 90 personas en la sala de conciertos Bataclan, donde actuaba la banda Eagles of Death Metal, y a decenas más en restaurantes y cafés de la capital francesa.
Nueve atacantes murieron por disparos de la policía o al activar los explosivos que llevaban adosados a sus cuerpos, salvo Abdeslam, que huyó y fue detenido meses después en Bélgica.
- Yihadismo y redes sociales -
Las fuerzas apoyadas por Estados Unidos derrotaron en 2019 en el este de Siria a los últimos vestigios del autoproclamado califato del EI que atrajo a residentes franceses e inspiró los ataques de París.
Abdeslam permanece tras los barrotes y está abierto a la idea de hablar con las víctimas de los ataques si desean participar en una iniciativa de "justicia restaurativa", según su abogada Olivia Ronen.
Sin embargo, la exnovia del yihadista condenado, con quien rompió a principios de este año, ha sido arrestada y el lunes fue acusada de planear un ataque yihadista. La investigación está en curso.
La amenaza en Europa ha cambiado desde 2015. Según el fiscal antiterrorista, Oliver Christen, la tendencia en Francia pasó de ataques dirigidos desde zonas yihadistas a una amenaza por parte de personas cada vez más jóvenes, incluso menores, que ya viven en el territorio.
Los menores "son principalmente chicos, muchos con perfiles aislados, a menudo en situación de fracaso escolar", explicó a AFP Christen, precisando que "pasan mucho tiempo en las redes sociales", donde los "algoritmos" los conducen a contenidos de "ultraviolencia".
- "Los terroristas no ganaron" -
En París, los sobrevivientes y los familiares de los fallecidos han intentado reconstruir sus vidas y en este décimo aniversario quieren clamar que "los terroristas no ganaron esa noche", según Arthur Dénouveaux, presidente de la asociación de víctimas Life for Paris.
Algunos se acercan a los homenajes con aprehensión. El hijo de 23 años de Stéphane Sarrade, Hugo, fue asesinado en el Bataclan, un lugar que ha evitado desde entonces. "Soy incapaz de ir allí", dijo a AFP. Este año tampoco acudirá.
Muchos parisinos se acercaron a la plaza de la República donde, como hace 10 años, depositaron flores, velas y mensajes de apoyo. "Diez años después, la herida sigue abierta", aseguró a AFP Antoine Grignon.
Los nombres de los 130 fallecidos de esa noche, así como los de los dos sobrevivientes que no consiguieron superar el trauma y acabaron suicidándose, fueron inscritos en placas conmemorativas en París.
El Museo Memorial del Terrorismo, que debe abrir sus puertas en 2029, albergará también alrededor de 500 objetos relacionados con los ataques o sus víctimas, como una entrada del concierto del Bataclan, aportados por las familias.
burs-tjc/mb
V.J. Coelho--JDB