
Desde Pekín a Rihanna, las muñecas Labubu realzan la imagen de China

Con su mirada traviesa y sus dientes afilados, las muñecas Labubu de la marca china Pop Mart triunfan por todo el planeta, desde las tiendas neoyorquinas a las bolsas de Rihanna y Dua Lipa, un gran éxito de la diplomacia blanda de Pekín.
Con sede en Pekín, esta cadena de tiendas, conocida por las figuras coleccionables de distintos personajes que vende, se inscribe en la creciente gama de productos culturales chinos con éxito más allá de sus fronteras.
Las Labubu se han convertido en las últimas semanas en embajadoras de la China más atractiva, incluso en regiones donde la opinión mayoritaria hacia el gigante asiático es negativa como Norteamérica y Europa Occidental.
Las muñecas son "un poco raras, feas, pero muy inclusivas porque la gente se identifica" con ellas, afirma a AFP Lucy Shitova, una interiorista en una tienda Pop Mart de Londres.
Por temor a la aglomeración de clientes frente a sus tiendas, ahora las Labubu se venden únicamente en línea.
Contrariamente a Japón y Corea del Sur, reconocidos en el mundo por su cine, su moda y su música, China apenas exporta sus productos culturales, a menudo frenada por la censura impuesta por el Partido Comunista.
Tampoco las empresas de moda consiguen colocar sus marcas en el mercado de alta gama, lastradas por el prejuicio de mala calidad asociado al "made in China".
"Es difícil para los consumidores del mundo percibir china como una nación creadora de marcas", señala Fan Yang, profesora de la Universidad de Maryland en Estados Unidos.
- El efecto TikTok -
Pop Mart consiguió vencer los estereotipos y ahora es incluso víctima de falsificaciones. También en los últimos años, marcas de alta gama como Shushu/Tong de "prêt-a-porter" o Songmont de bolsos se hicieron hueco en el mercado internacional.
"Es solo cuestión de tiempo antes que otras marcas chinas sean reconocibles a escala mundial", considera Yang.
Gracias a éxitos virales como el de las Labubu, "los productos y la imagen (de China) ganan atractivo entre los jóvenes occidentales", estima Allison Malmsten, analista del gabinete Daxue Consulting.
Si las redes sociales ayudan, la imagen del gigante chino podría evolucionar positivamente como ocurrió con "Japón entre los años 1980 y 2010 con los Pokémon y las Nintendo", augura.
Antes que Labubu, la aplicación TikTok, concebida por la firma china ByteDance, había abierto el camino al convertirse en el primer producto chino casi indispensable para la juventud mundial.
La plataforma "probablemente contribuyó a cambiar la percepción de los consumidores hacia China", afirma Joshua Kurlantzick, experto del centro de reflexión estadounidense Council on Foreign Relations.
TikTok reivindica tener más de mil millones de usuarios en el mundo, entre ellos casi la mitad de la población de Estados Unidos.
En el visor de la Casa Blanca, preocupada por la seguridad nacional, la aplicación casi quedó prohibida en Estados Unidos, lo que condujo a muchos de sus usuarios en ese país hacia Rednote, otra plataforma china que acogió con los brazos abiertos a estos "refugiados digitales".
- Labubumanía -
En TikTok existen más de 1,7 millones de videos sobre las muñecas Labubu. Esta red se ha convertido en un vector importante de difusión de las tendencias provenientes de China.
Todos estos productos culturales pueden "mejorar la imagen de China como país capaz de producir bienes y servicios atractivos a escala mundial", declara Kurlantzick.
En paralelo, el desgaste de la imagen de Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump puede estar beneficiando también al gigante asiático, estima Fan Yang.
"El vínculo que muchos establecen entre el aparente declive del poder blanco estadounidense y la mejora de imagen de China refleja hasta qué punto están entrelazados en la mente de la gente", apunta.
En el caso de las Labubu, su éxito está despertando un interés creciente por China entre los más jóvenes.
En un pequeño parque de atracciones de Pop Mart en Pekín, una catarí de 11 años, Maryam Hammadi, posaba con su familia esta semana ante una estatua de estas muñecas.
"En mi país, todo el mundo adora a las Labubu", aseguró a AFP.
M. dos Santos--JDB