Jornal Do Brasilia - Artista disidente Otero Alcántara depone huelga de hambre en Cuba

Otero Alcántara, de 34 años, "ya dejó atrás la estrategia de la huelga de hambre", pero "sigue estando en el 'corredor 25' de los castigados, de los que no tienen derecho a (recibir) llamadas (telefónicas)", contó Genlui la noche del miércoles en su cuenta en la red Facebook.

La curadora de arte, de 31 años, señaló que su compañero pudo reunirse durante cuatro horas con su abogado, al que le comunicó que hace "16 días" que abandonó la huelga de hambre que había iniciado el 18 de enero, y que "está dispuesto a enfrentar un juicio y a asumir las consecuencias".

Sin embargo, destacó que "ha bajado muchísimo de peso" y "está débil".

Otero Alcántara está acusado de delitos como incitación a delinquir, desacato agravado y desorden público que las autoridades dicen que cometió antes del 11 de julio, fecha en que fue detenido cuando intentaba sumarse a las protestas civiles que estremecieron al país comunista.

Genlui precisó que para el artista deponer su huelga "no significa que cambia su postura respecto a otras cosas" como irse del país al igual que hicieron otros disidentes que denunciaron haber sido obligados por agentes de la seguridad del Estado.

Según Genlui, las autoridades, que consideran que Otero Alcántara no es un artista sino un agente al servicio de Estados Unidos para tratar de desestabilizar el país, le han propuesto repetidamente la libertad a cambio del exilio.

Declarado prisionero de conciencia por Amnistía Internacional (AI), el artista es uno de los fundadores del Movimiento San Isidro, un colectivo creado en La Habana Vieja en 2018, en respuesta a un polémico decreto oficial que regula el trabajo de los artistas.

Es también el rostro de una nueva generación dentro de la oposición, que pide que se le conceda a él y a otros dos disidentes el Premio Sajarov del Parlamento Europeo a la libertad de pensamiento.

Time lo incluyó entre las 100 personalidades más influyentes de 2021 y, desde su última detención, Washington ha multiplicado insistentemente los reclamos de su liberación.

F. Fernandes--JDB